Durante el mes de septiembre, el bello país de los tacos, el mezcal, el mole, el tequila, y el mariachi, se viste de fiesta y celebra el aniversario de su independencia de España. Las calles de todo México, sobre todo en los centros de ciudades y pueblos, se llenan de adornos tricolor que asemejan a la bandera verde, blanca y roja.
La noche del 15 y la madrugada del 16 de septiembre, los mexicanos se reúnen para festejar con música, platillos típicos, bebidas tradicionales y para dar el “grito de independencia”, el cual conmemora el momento en el que el cura Miguel Hidalgo y Costilla (conocido como padre de la patria mexicana) tocó las campanas de la iglesia y llamó al pueblo a que se levantara en armas e iniciara la lucha libertadora. Esto sucedió en Dolores Hidalgo, Guanajuato, en la madrugada del 16 de septiembre de 1810.
La tradición del “Grito de Dolores” se celebra en México desde 1825 y es el evento principal de la celebración de independencia. En las principales plazas públicas de todo el país, en punto de las 11:00 de la noche del 15 de septiembre, el presidente de la República, los gobernadores y otros funcionarios de gobierno, portan la bandera mexicana y expresan una versión modificada del “grito” ante los mexicanos reunidos entre aplausos y vítores. Acto seguido, se toca una campana, se ondea la bandera y se canta el himno nacional. Aquellos que no tienen oportunidad de asistir al festejo en las plazas, normalmente sintonizan la transmisión del grito presidencial en la televisión nacional, la cual se realiza en el centro de la Ciudad de México.
Una vez terminada la ceremonia protocolaria, el festejo sigue en las calles y las casas de todo México. Por todos lados se ven personas con los rostros pintados de verde, blanco y rojo; portando sombreros y demás accesorios; ondeando banderas; sonando matracas, silbatos y trompetas Se baila al ritmo de música tradicional, como el mariachi, la banda, el norteño y el huapango, entre otros. Se degustan platillos típicos de la cocina mexicana, destacando el pozole, las tostadas, los sopes, las enchiladas, los tamales, el mole y muchos más. No faltan la cerveza, el tequila y el mezcal para acompañar a la comida. Lo mejor de esta fiesta nacional es que cada rincón del país le pone su toque, de modo que en diferentes zonas varían los platillos, la música, las bebidas, etc.
Oficialmente, el día 16 de septiembre no es un día laboral, por lo que escuelas, bancos y oficinas de gobierno permanecen cerradas. Éste día por la mañana se continúa la celebración con un gran desfile militar en la Ciudad de México y desfiles cívico-militares en otras partes del país.
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