Por Heliodoro León Cerna
La procesión del silencio es un ritual con más de 55 años de tradición en Pátzcuaro que se celebra en Semana Santa durante el Sábado de Gloria. Se realiza para conmemorar la pasión y muerte de Jesucristo a manera de luto.
Se lleva a cabo por la Hermandad de Encapuchados del Señor de la Tercera Orden del templo de San Francisco de Asís y que nace en Pátzcuaro en el año de 1964, estando como guardián asignado el padre Juan Camacho. En esta primera ocasión algunos hermanos encapuchados salieron en túnicas prestadas por los padres franciscanos.
A partir de entonces, se organizó más concretamente la estructura y formación de este grupo de encapuchados hasta llegar a tener sus propios estatutos y reglas para la consolidación del grupo y la debida organización y realización de esta procesión del silencio. Cabe mencionar que la hermandad está formada exclusivamente por hombres quienes van en la procesión completamente descalzos, haciendo penitencia personal e interior de manera privada porque van encapuchados, pero a la vez de manera conjunta como hermandad y de manera pública porque caminan las calles en procesión.
Previo a la procesión, se lleva a cabo un retiro espiritual de intensa preparación. La procesión inicia saliendo del templo de San Francisco, recorriendo las diferentes calles del centro de la ciudad para concluir en el punto de partida. Actualmente participan 140 integrantes de la hermandad de encapuchados y un gran número de integrantes de los otros grupos que forman parte de la rectoría de San Francisco.
Los colores de las túnicas significan penitencia y llevan un orden que los distingue de la siguiente manera. La túnica morada con capucha gris representa a los encapuchados de nuevo ingreso, la túnica morada con capucha morada es para los encapuchados de dos a diez años de antigüedad en la hermandad, la túnica negra con capucha negra y signos dorados es para los encapuchados con más de diez años de pertenecer a la hermandad, quienes pasan a formar parte de los caballeros del señor de la tercera orden. La vestimenta lleva un cordón atado a la cintura y una farola con una vela encendida que representa la luz de Cristo en el diario caminar como penitente. En los últimos años se han incorporado a la procesión seis encapuchados de color café en reconocimiento a los primeros encapuchados.
Esta próxima semana santa 2020 la hermandad cumple 56 años y por este medio le da las más infinitas gracias a los padres franciscanos encargados de la rectoría de San Francisco. El autor agradece de manera personal al integrante de la hermandad por su valiosa colaboración para la realización de este artículo.
